Cuando las personas “se sacan”, suelen ser casos de psicología o psiquiatría; cuando los gobernantes se sacan –en Bolivia–, les toca “un comité de ética” formado por ellos mismos, o el largo, escabroso e infinito proceso del “juicio de responsabilidades”, con más entradas (en todos los sentidos) que salidas y un eterno sentimiento a nada.
Creo que entre las prácticas políticas más dañino para el colectivo social boliviano, es el cinismo y la apología del delito que últimamente practican las autoridades municipales, departamentales y nacionales.
Desde Percy Dengue Dengue, hasta las “explicaciones”, razones o justificaciones de la toma de la residencia Cárdenas, las construcciones discursivas de estos políticos, deberían ser objeto de estudio de semiólogos (por lo creativo de la construcción de la realidad desde el discurso), de psicólogos y psiquiatras (por lo intrincado de las relaciones morbosas que nos plantean a los ciudadanos)
Ya lo decía el bigotón Azcargorta: “como se juega en el fútbol, se vive”; y si es como nos fue con el seleccionado de México (5 para los charros y 1 para los bolis) sin que medie campeonato, precampeonato, o eliminatoria (nunca superamos las eliminatorias), con razón nos la charlan los técnicos.
Una de dos: o cambiamos de deporte favorito, o nunca más asistimos a los partidos de fútbol, hasta que los jugadores sean profesionales y respeten a la hinchada.
jueves, 12 de marzo de 2009
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